jueves, 27 de agosto de 2020

LA SOCIEDAD HISPANOAMERICANA DURANTE LOS SIGLOS XVI Y XVIII

Características
La sociedad hispanoamericana se caracterizó por la diversidad de tipos humanos que la conformaron: blancos, indios, negros y resultado de las diferentes uniones. La sociedad fue relativamente abierta durante la conquista, pero se fue cerrando paulatinamente con la colonización hasta convertirse en una organización rígidamente jerarquizada.
Se basó en la riqueza, en el poder político, el lugar de nacimiento, y también en el color de la piel, la llamada "pigmentocracia".
Tuvo una organización piramidal, en cuyo vértice se ubicó la aristocracia blanca española y en la base la mayoría de la población, formada por indios, negros y mestizos. De acuerdo con la condición legal, la estructura social tendría el siguiente ordenamiento: blanco peninsular, criollo (hijo de español nacido en América), indio, mestizo (producto de la unión de blanco e indio), negro libre, mulato (hijo de blanco y negro), zambo (descendiente de negro e indio) y negro esclavo.
A pesar de esto, los grupos sociales se unieron entre sí y el mestizaje fue la realidad social de América.

El blanco

La inmigración del blanco comenzó inmediatamente después de la conquista y fue controlada por la Corona a través de la Casa de Contratación. Se prohibía la entrada a América a judíos, musulmanes, herejes, vagabundos y revoltosos.
El número total de españoles en América hacia fines del siglo XVIII era de 150.000 aproximadamente, predominantemente masculino. Los blancos, formaban un grupo privilegiado, pero no homogéneo. Algunos blancos peninsulares ocupaban los altos cargos en el gobierno, en el ejército y en la Iglesia y representaban a las firmas comerciales más importantes de Sevilla y Cádiz para el comercio de exportación e importación. Muchos criollos eran grandes propietarios de tierras y tenían la concesión de la explotación de las minas. En algunas regiones, poseían títulos nobiliarios y formaban un grupo dirigente, llamado patriciado.

El indio
La primera actitud de los españoles frente al indio fue someterlos a la esclavitud. El propio Colón condujo indios esclavos a España. Quizás, por motivos morales, la esclavitud fue prohibida reiteradas veces, aunque se admitió que fueran esclavizados los indios cautivos en " justa guerra", es decir, cuando se negaban a ser súbditos del Rey o a convertirse a la fe católica.
En 1542, las "Leyes Nuevas" establecieron la definitiva situación legal del indio.
Se le consideró súbdito libre de la Corona de Castilla, en pie de igualdad con el español, pero, usando como pretexto el "atraso cultural" y "desorientación espiritual", fueron considerados como menores de edad, incapaces de valerse por sí mismos, y por lo tanto, sometidos a tutela. Las "Leyes Nuevas" también proclamaron que nadie en lo sucesivo podía esclavizar a los indios, ni adquirirlos por compra. A pesar de esto, la práctica subsistió, especialmente en los territorios fronterizos.

La encomienda

En 1503, la Corona española aprobó la encomienda como forma de tutela y trabajo forzoso de los indígenas.
A través de este sistema, un particular, el encomendero, recibía de la Corona un grupo de familias indígenas a quienes debía proteger, entregarles una parcela para su subsistencia y cristianizar; a cambio de ello, recibía el trabajo gratuito de los indígenas y tributos en dinero o en especies: maíz, animales, tejidos. Ante la Corona, el encomendero debía responder con el pago de impuestos y servicio militar. El afán de poder, y la autonomía que gozaba el encomendero, llevaron a la Corona a intentar sustituirla por el corregimiento.

El corregimiento

El corregimiento era un pueblo indígena dirigido por un funcionario del Estado, donde no podían ingresar blancos, ni negros. En cada corregimiento, además de la tierra que era de propiedad común, había obrajes (talleres textiles). Parte de lo que se producía se volcaba en una caja de "ayuda social". Pero el corregidor se apropiaba siempre de ella, obligando también al indígena a comprar productos innecesarios y a precios abusivos. De esta forma el indio vivía en deuda permanente con el corregidor.

Las misiones

Las misiones fueron pueblos de indios sometidos a la tutela de la Iglesia, a través de órdenes religiosas.
Las  primeras órdenes religiosas que organizaron misiones fueron las de los franciscanos, dominicos y agustinos, y a fines del siglo XVI se le sumaron los jesuitas.

Las misiones jesuíticas

Los jesuitas perfeccionaron este sistema y se destacaron en su labor con los guaraníes. Las misiones jesuíticas llegaron a albergar de dos a cuatro mil guaraníes. Estos mantenían sus propias autoridades, los caciques, que compartían el poder con el Cabildo, integrado también por indígenas. Pero el verdadero gobierno estaba en manos de los jesuitas, a través de la autoridad espiritual, que ejercían sobre ellos. Se mantuvo la organización comunitaria de la vida guaraní.
La tierra de producción era de explotación colectiva (tupambae), en la que cada indio debía trabajar de dos a tres días por semana. El producto de la cosecha obtenido por el trabajo comunal se almacenaba en graneros y servía para el pago del tributo real, el mantenimiento de la Iglesia y de sus instituciones y el cuidado de huérfanos, viudas e imposibilitados de trabajar. Los excedentes se empleaban para comerciar.
Cada familia tenía para su subsistencia, una pequeña chacra integrada por casa, jardín y huerto, (abambae) en usufructo, no en propiedad. La base de la producción era la agricultura, destacándose el cultivo del tabaco, el algodón y la yerba. También criaban animales, para su alimentación. Era una economía de autoabastecimiento. La tarea de los misioneros no se limitó solamente, a la producción económica sino que realizaron una tarea de educación integral que comprendía además de los oficios, la enseñanza de la lectura y la escritura. Desarrollaron el gusto por la música, crearon las primeras imprentas de la región, publicándose diccionarios castellano-guaraní, así como obras de los propios indígenas. 
Los jesuitas enseñaron oficios básicos y crearon empresas artesanales; gran parte del trabajo de éstas se hacía para la ornamentación de las Iglesias, como el tallado en madera, el labrado de la piedra, en la que el indígena expresó sus tradiciones y gustos. También trabajaron como picapedreros, ladrilleros, ceramistas, carpinteros, herreros, tejedores, albañiles y molineros, para cubrir sus necesidades.

El trabajo del indio

La legislación laboral española fue muy avanzada para su época: estableció horarios de trabajo, impidió el trabajo de los menores de 18 años, fijó los salarios, defendió la salud de los trabajadores y ordenó la asistencia en caso de accidente.
Sin embargo, en la práctica no se aplicó.

La mita

La mita era una institución de origen incaico, que consistía en un sistema de trabajo obligatorio, rotativo, asalariado y al que se llegaba por sorteo. La mita se empleó preferentemente para el trabajo en las minas, fortificaciones, ingenios azucareros, obrajes y obras públicas en general. La mita minera donde el trabajo era más duro, duraba, en teoría, cuatro meses.
Los indios debían recibir un pago diario o semanal. También se les debía pagar el viaje desde su lugar de residencia, proporcionarles casa, comida, servicios religiosos, y asistencia médica. Los domingos y feriados no se trabajaba, la jornada de labor duraba entre 7 y 8 horas por día. La realidad era muy diferente. Los amos de las minas no pagaban los costos del viaje realizado y siempre había pretextos para descontar de los salarios. Los trabajadores permanecían dentro de las minas cinco días con sus noches. La ventilación y el desagüe deficiente de las galerías hacían al trabajo aún más insalubre y los indígenas, morían en gran cantidad, por las penurias, los malos tratos y las privaciones. Los salarios eran insuficientes, y se veían obligados a comprar en el almacén del dueño de la mina a precios abusivos, por lo que se endeudaba y quedaba sometido a su voluntad, transformando su situación en una verdadera servidumbre.
La mita fue abolida recién en 1812 por las Cortes de Cádiz. 
Los maltratos sufridos por el indígena según la obra de Guamán Poma de Ayala, siglo XVI: "Los indios que van a Potosí y sus ingenios salen de su patria con bastante desconsuelo pues saben que contraen en aquellos lugares el accidente del asma, del que mueren a los pocos meses. El día de su partida es muy triste: se presentan estas víctimas de la obediencia delante del cura que los espera en la puerta de la Iglesia con la cruz alta (...) y dice la oración acostumbrada y una misa que ellos pagan para obtener de Dios el buen éxito de su viaje. Luego salen a la plaza acompañados de sus padres, parientes y amigos, y abrazándose mutuamente con muchas lágrimas y sollozos se despiden, y seguidos de sus hijos y mujeres, toman su derrota ocupados del dolor y abatimiento". "Mercurio Peruano" 1792. 

El negro o esclavo africano

El negro, proveniente de África, fue introducido de manera forzada en América, para complementar la mano de obra indígena y aumentar la producción.

La esclavitud

El número de esclavos aumentó a medida que se intensificaba la explotación de los recursos naturales, especialmente minas y plantaciones. La economía de plantación atrajo la mayor cantidad de mano de obra negra, donde se cultivaba la caña de azúcar, tabaco y algodón. En la minería, el negro tuvo un trabajo más bien transitorio. También se empleó en el servicio doméstico, en diversas ramas de la artesanía, así como pescadores de perlas en el Caribe.
En general, las condiciones de trabajo del esclavo eran especialmente duras. Sometidos a controles muy rigurosos y con una alimentación insuficiente, el promedio de vida era de 28 años. A diferencia de la esclavitud antigua, el negro en la América hispánica tuvo algunos derechos: a la vida, al nombre, a ser bautizado, al matrimonio dentro de su grupo, a tener ahorros. Pero, en general, estas disposiciones no se cumplían. También podían comprar su libertad o ser manumitido, es decir, liberado por su amo. Un esclavo que obtenía la libertad se convertía en liberto. Pero poseía casi las mismas restricciones que los esclavos. Se calcula que el número de esclavos introducidos entre el siglo XVI y finales del siglo XIX fue de 15 a 20 millones. Teniendo en cuenta la mortalidad en el viaje, y los que morían en la expedición de caza, se puede considerar que hubo una sangría de 30 a 40 millones de individuos entre los pobladores del oeste de África.
Los negreros preferían los negros sudaneses o bantúes pues los consideraban los más resistentes para el trabajo forzado. 
Los comerciantes europeos se acercaban a las costas africanas y procedían a la caza de negros: asaltaban aldeas o los compraban a los caciques. El viaje a América era un calvario. Los negros viajaban amontonados en las bodegas de los barcos. Iban desnudos, encadenados, hacinados, con falta de higiene y de alimentación suficiente. El viaje duraba entre 35 y 40 días, y se calcula que en 25 años murieron en las travesías, 400.000 negros, de los 600.000 que habían emprendido el viaje. Desembarcados, eran depositados en barracas, se les marcaba con un hierro al rojo como si fueran animales y luego de clasificados según sus características físicas, se procedía a su venta. Al comienzo, los esclavos eran introducidos por el sistema de licencias, o sea, permisos otorgados por la Corona española a cualquier particular a un costo de 30 ducados por esclavo. Posteriormente, se otorgaron los llamados "asientos", es decir, contratos entre el soberano español y un particular o un país, por los cuales se entregaban verdaderos monopolios, por un tiempo determinado. Uno de los proveedores más importante fue Inglaterra.

El mestizo

Actualmente la mayoría de la población de Latinoamérica es mestiza. Predomina en México, Bolivia Perú y Brasil.
El mestizaje se inició en el momento de la conquista debido a la formación de parejas entre hombres blancos y mujeres indias, porque la presencia de mujeres blancas fue muy escasa, como ya vimos. Cuando se introdujeron negros en América, también se mezclaron con los grupos preexistentes, dando lugar a una enorme variedad de tipos físicos y una igual variedad de nombres para los distintos cruzamientos. Se reserva el nombre de mestizos para los hijos de blancos e indios.
La legislación permitía el casamiento mixto pero la mayor parte de los españoles consideró vergonzoso casarse con una india aun cuando fuera su concubina. Excepcionalmente se realizaron esas uniones con miembros de la aristocracia indígena. A medida que llegaban las mujeres blancas desde Europa, la situación cambió: los blancos prefirieron los matrimonios con ellas. Los mestizos fueron cada vez más producto de uniones ilegítimas: el color de la piel fue asociado a su condición social.

Mulatos y zambos

Los mulatos eran fruto de la unión de blancos y negros. La esclavitud se transmitía por línea materna, de modo que los hijos de mujeres negras nacían esclavos. El cruzamiento de indio y negro dio origen al zambo. Ambos grupos debían pagar tributo, estaban obligados a trabajos forzados, carecían de protección, tenían restricciones en la manera de vestir, no tenían libertad de movimientos y no podían portar armas.

Bibliografía consultada:

  • Abadie, S; et al; Historia 2ºc.b. Europa, América y Uruguay entre los siglos XVI y XIX. Ed Monteverde.
  • CD “Colección Historia Digital. La Historia, saber en construcción, 2º año.”.

domingo, 16 de agosto de 2020

LA ECONOMÍA HISPANOAMERICANA DURANTE LOS SIGLOS XVI Y XVIII


El contacto entre América y Europa, dio origen a un importante intercambio de especies animales y vegetales, que cambiaron la economía de ambos continentes. Desde los inicios, los españoles se interesaron en las plantas americanas, base de la alimentación y de las medicinas indígenas. El uso y la difusión de las plantas americanas y europeas, fue, al comienzo, en forma aislada realizado por soldados, marinos y las órdenes religiosas. Luego se realizará a través de la Corona española.

La explotación de los recursos americanos

La explotación de los recursos se realizó en dos etapas:
  • en la primera mitad del siglo XVI se produjo la etapa extractiva: se apoderaron de los tesoros indígenas.
  • a mediados del siglo XVI comenzó la etapa “productiva” con la explotación de las minas de plata de Zacatecas  en México y de Potosí en Perú.
Los reyes mantenían derechos de propiedad (regalías) sobre determinados bienes: minas de oro y plata, extracción de la sal, piedras preciosas, perlas, así como sobre las tierras sin repartir. Pero en general, concedían la explotación de esos bienes a los particulares, a cambio de la entrega, generalmente, del quinto de lo producido, llamado "quinto real".

La minería

La explotación minera fue la principal fuente de ingreso para España. Los yacimientos podían ser de metales preciosos (como oro, plata, platino), de metales útiles (como mercurio, cobre, estaño, hierro y plomo), de piedras preciosas (esmeraldas), de sal, de azufre, y de piedra caliza. 
La explotación no fue fácil debido a las zonas en que se encontraban los yacimientos, la falta de técnicos europeos y de mano de obra calificada, el anegamiento de las galerías de las minas, entre otras razones. A fines del siglo XVIII, las minas de plata censadas en el Perú eran 546. Por esta razón, los virreinatos de México y de Perú fueron considerados como los "virreinatos del oro y de la plata". A partir de 1630 comienza a declinar la producción minera. Las razones de esta reducción fueron: el aumento del contrabando de los metales, el costo de la producción, la disminución del rendimiento de las minas, el aumento de los impuestos, la reducción de la mano de obra y el consumo por parte de la población de objetos de plata y oro.
El metal precioso americano le sirvió a España para:
  •  Pagar los gastos de la Corona, y de la administración del Imperio: funcionarios, ejército, etc.
  •  Costear las guerras de los reyes en Europa.
  •  Armar los buques de escolta de la armada real que acompañaban a los convoyes que entraban y salían de España a América.
  •  Comprar mercaderías a otros países para abastecerse ella y a América. Por esta razón, salieron de España enormes cantidades de metales preciosos, durante los siglos XVI y XVII, beneficiando a países como Francia, Holanda e Inglaterra.

La Tierra

El concepto de propiedad de la tierra era desconocido entre las civilizaciones indígenas. Pero, los derechos generados por cientos de años de uso se perdieron así como el intercambio de productos entre las comunidades, de acuerdo a lo que cada una producía, como resultado de la conquista. La propiedad de la tierra pasó a corresponder, por derecho y en teoría a la Corona española. Pero por "gracia" o "concesión" (también llamada "merced"), los particulares podían adquirir títulos de propiedad sobre ella.
A partir del siglo XVIII, y como consecuencia del descenso
demográfico y de la producción minera, se generalizó el proceso de apropiación de tierras. Surgieron así los latifundios, las típicas haciendas coloniales. La mano de obra de este tipo de propiedad estuvo representado por el peón, aunque hubo variantes regionales. Los pueblos de indios, que necesitaban tierras suficientes para producir y garantizar el pago de los tributos en especie, se vieron perjudicados.
La Iglesia, en especial las órdenes religiosas, tuvieron un papel muy importante en la formación de la gran propiedad: a través de donaciones, compras, usurpaciones y herencias, lograron acumular la mayor fortuna territorial del mundo colonial.

Manufacturas

Las manufacturas no tuvieron gran desarrollo en América porque el gobierno español no las fomentó o las prohibió para evitar la competencia con las españolas. Pero a medida que la población americana aumentó, no bastó con la producción importada. Se hizo necesario desarrollar algunas manufacturas como: la industria minera (especialmente la de la plata); la industria azucarera; la carpintería; la textil (obrajes); la naval y la maderera. También se elaboró harinas, vinos, aguardientes y chocolates. Se utilizó el cuero y con la carne se hizo charque; se aprovechó la miel.
La manufactura más extendida fue la textil realizada con mano de obra indígena. México fue el único territorio al que se le permitió la fabricación de cerámica.

El comercio entre España y América

La política comercial española con respecto a América se basó en el mercantilismo. Se estimaba que América era una fuente de riquezas: ofrecía mercados para los productos españoles, suministraba materias primas y, sobre todo, producía enormes cantidades de metales preciosos.

Los instrumentos del mercantilismo

  •  Monopolio:

América solamente le podía comprar y vender a España a los precios que ella establecía. Esta política monopolista se mantuvo hasta el fin del régimen colonial. A esto se le llamó "pacto colonial".

  •  Sistema de puerto único:

Los puertos de Sevilla, y luego Cádiz, monopolizaron el comercio con América. Los comerciantes,  controlaban el volumen y la calidad de la mercadería que salía hacia América y establecían, según su parecer, los precios para su venta en ella. Este sistema de "puerto único" tenía su similar en América. Sólo tres puertos estaban habilitados para el comercio con España: Veracruz en México, Cartagena en Nueva Granada (Colombia) y Portobelo en Panamá. De esta manera se llevaban productos de América y Europa a Oriente y se traía mercadería de esta zona.

  • Sistema de flotas y galeones:

El comercio con América se realizaba a través del sistema llamado de "flotas y galeones". Eran barcos de carga protegidos por barcos de guerra (galeones), para evitar la acción de los corsarios y los piratas, y asegurar que los metales preciosos llegaran a España. 
Se enviaban dos flotas por año: una salía de España en abril y se dirigía a Veracruz en México; la otra salía en agosto y llegaba a Portobelo y Cartagena. Ambas se reunían en la Habana en marzo del año siguiente y regresaban juntas a España. El comercio entre las diversas regiones de América estaba prohibido sobre todo de los artículos que le pudieran hacer competencia a los que exportaba España.
El comercio con América del Sur se realizaba desde Panamá por el Océano Pacífico hacia el puerto del Callao, en Perú. Desde allí, y a lomo de mula, utilizando los caminos indígenas, se cruzaba la cordillera de los Andes y se abastecía la zona del Río de la Plata. 
Debido a las distancias y a los innumerables intermediarios, un producto que llegaba al Río de la Plata se encarecía hasta un 600 %.

El fracaso del monopolio

España tenía muy poco desarrollada su producción y no pudo abastecer todas las necesidades americanas. Por ello debió recurrir a la compra de mercaderías extranjeras, especialmente de Flandes, Francia e Inglaterra. Los comerciantes españoles se transformaron, así, en simples intermediarios. España tuvo, por este motivo, una balanza comercial desfavorable, pues el oro proveniente de América pagaba sus importaciones europeas. Por su parte, las colonias estuvieron irregular e insuficientemente abastecidas de productos europeos. Esto permitió el desarrollo del contrabando en América. Los principales protagonistas de esta actividad fueron ingleses y franceses. A través del contrabando, los americanos recibían mercaderías más variadas y a precios más bajos que las que provenían de España. La reacción de las autoridades españolas ante estos graves peligros, fue por un lado, proteger los barcos con galeones; por otro, la construcción de fortificaciones para proteger los puertos, con guarniciones militares profesionales. 
Los corsarios eran franceses, holandeses, pero el papel más importante fue desempeñado por los ingleses. Los personajes que alcanzaron la mayor celebridad fueron Hawkins, Drake y Morgan. 


Bibliografía consultada:

  • Abadie, S; et al; Historia 2ºc.b. Europa, América y Uruguay entre los siglos XVI y XIX. Ed Monteverde.
  • CD “Colección Historia Digital. La Historia, saber en construcción, 2º año.”.

domingo, 9 de agosto de 2020

ORGANIZACIÓN POLÍTICA DE AMÉRICA DURANTE LOS SIGLOS XVI Y XVIII

"Régimen Indiano"

Se le llamó así al sistema político, económico y social que creó España para gobernar, administrar y explotar éstas tierras durante los siglos XVI y XVIII.
La Corona española, el Rey, tuvo muchos dominios, y son los territorios que gobernaba. España es dominio del Rey. América es dominio del Rey. Legalmente, tanto España como América tuvieron igual categoría. Sus habitantes (españoles e indígenas) fueron vasallos del Rey en igualdad de condiciones y, por ser vasallos (personas dependientes del Rey), no pueden ser esclavos.
En realidad, España controlaba, dominaba y explotaba a América. Un territorio dominado por otro país recibe el nombre de COLONIA. América era COLONIA de España.
Con respecto a la gente, los indígenas eran como esclavos de los españoles y solo en algunos lugares fueron tratados como seres humanos libres.

La Organización Política de América

América queda a mucha distancia de España. El Rey no podía tomar resoluciones directamente: no conocía América por estar tan lejos. Es por ello que necesitó de otras personas que lo ayudaran para gobernar sus dominios americanos, algunas estaban en España y otras en América y gobernaron en su nombre.

Las autoridades que ayudaban al Rey y estaban en España eran:

  • El Consejo de Indias, que se encargaba de aconsejar al Rey sobre las leyes para América y el nombramiento de los funcionarios.
  • La Casa de Contratación, su trabajo era realizar los contratos comerciales con los capitanes de barcos, tripulación y sus dueños; controlaban las mercaderías que salían de España para América y las riquezas que recibía el Rey.

Las autoridades que ayudaban al Rey y estaban en América eran:

  • El Virrey, autoridad máxima de un virreinato (los de México y Perú hasta las Reformas Borbónicas, donde se crean 2 más).
  • El Gobernador, autoridad máxima de una gobernación (los virreinatos se subdividían como un país se subdivide en provincias o departamentos).
  • Las Reales Audiencias, organismos colegiados, eran los tribunales de justicia de mayor jerarquía en América. Desempeñaban además funciones políticas. Compartían con el Virrey las funciones de gobierno, aconsejándolo en momentos graves o sustituyéndolo en caso de enfermedad o muerte. Las Audiencias, ubicadas en las principales ciudades constituían un freno a las posibles arbitrariedades de los virreyes o de los Capitanes Generales.
  • Los Capitanes Generales, autoridades máximas en las guarniciones militares de frontera. Las capitanías se situaban donde había mayor resistencia indígena o ataques de extranjeros por ejemplo: Chile, Venezuela, Cuba.
  • Los Consulados, que se encargaban de resolver los problemas económicos en las diversas zonas.
  • Los Adelantados, que eran los primeros (por eso eran adelantados) en llegar a una zona americana para descubrirla, explorarla, conquistarla e iniciar la colonización.
  • El Cabildo, autoridad máxima de una ciudad americana (imitado de España). Es un organismo colegiado y la cantidad de sus miembros dependía de la importancia de la ciudad. Duraban 1 año en sus funciones. Al primero lo nombra el fundador de la ciudad, luego estos designaban a quien les sucedía. Con el correr del tiempo la mayoría de los cargos eran vendidos. Los cabildantes representaban la parte "más sana y distinguida" del vecindario (debían poseer propiedades y linaje; estaban excluidos los moros, judíos, negros, mestizos y mulatos, al igual que los indios). Sus funciones eran: realizar obras públicas, vigilar el abastecimiento de la ciudad, controlar el servicio de hospitales, mantener el alumbrado público, controlar los precios y crear escuelas. Los recursos que disponían los cabildos eran escasos. Provenían del cobro de impuestos y multas, de la venta de cargos y del arrendamiento de algunas de las tierras que eran de su propiedad. El Cabildo fue la única institución donde el criollo se hallaba representado (su papel en las revoluciones de independencia será muy importante). Pensemos en nuestro país. Cuando había graves problemas a resolver, se llamaba a un Cabildo Abierto que era una reunión en la cual participaban las autoridades conjuntamente con los "vecinos" (propietarios, gente de clase alta, sacerdotes, autoridades militares).

 Todos los funcionarios que terminaban su actuación en un cargo eran sometidos a un Juicio de Residencia para constatar si realmente cumplieron debidamente con su trabajo.

Bibliografía consultada:

  • Abadie, S; et al; Historia 2ºc.b. Europa, América y Uruguay entre los siglos XVI y XIX. Ed Monteverde.
  • CD “Colección Historia Digital. La Historia, saber en construcción, 2º año.”.
  • Geymonat, R, et al; Historia II. La Época Moderna en Europa y América. Editorial Santillana.

Actividad:

     1) ¿A qué se llamó Régimen Indiano? 
   2) Menciona por separado las autoridades residentes en España y las residentes en América, creadas por los reyes españoles, para dominar a América en dicho período.
    3) En relación a los Cabildos:
a) ¿Quiénes podían ocupar el cargo por un año?
b) Menciona las diferentes funciones que tenían.
c) ¿Por qué fueron importantes?

martes, 4 de agosto de 2020

LA JUSTIFICACIÓN DE LA CONQUISTA

    El encuentro de un mundo desconocido para Europa planteó una serie de interrogantes:
    - ¿tenía España derecho a apropiarse de estas tierras?;
    - ¿era lícito emplear la fuerza para adueñarse de ellas y evangelizar a los indios?;
    - ¿en qué títulos jurídicos basaron los españoles su dominio?

    Hubo justificaciones por parte de la Corona española, conquistadores y religiosos.

    La Corona española, al igual que la portuguesa, buscó legitimar su conquista pidiendo ayuda al Papa, árbitro de las contiendas entre los monarcas desde la Edad Media. Él reconoció a los Reyes Católicos su soberanía en el Nuevo Mundo mediante bulas pontificias (documentos aprobados por el Papa y aceptados por los cristianos) y el Tratado de Tordesillas.
    Frente a los malos tratos dados a los indios del Caribe, se crearon instituciones y leyes para protegerlos. A pesar de ello, los malos tratos a los indígenas continuaron y fueron denunciados por los dominicos Fray Antón de Montesinos y Fray Pedro de Córdoba. Los conquistadores fueron defendidos por Juan López de Palacios Rubios, quien redactó el “requerimiento”, documento por el cual se requería a los indios obediencia al rey, por considerarlo dueño y señor de tierras y hombres.
    Se les pedía acatar la autoridad del conquistador y el cristianismo como religión.
    Si éstos no juraban acatar el requerimiento, era “justo” combatirlos.
    La justificación de la conquista y el requerimiento, tuvo defensores y opositores.

    LA OPOSICIÓN A LOS DERECHOS DEL INDIO: El teólogo Juan Ginés de Sepúlveda.

    Defendía la misión civilizadora del hombre blanco que le daba el derecho al dominio sobre pueblos “primitivos”.
    Creía que los españoles eran un pueblo elegido y superior, que podían tener el destino del mundo. Por lo tanto, debían dominar a los indígenas pertenecientes a una “cultura inferior”.
    Para él eran “bestias salvajes”, practicaban “absurdas idolatrías”, “sacrificaban vidas humanas”, “desconocían la honestidad y el pudor”, y les negaba condición humana al caracterizarlos como “animales que hablan”.
    Estos conceptos provocaron muchas polémicas, hasta que el 1537, el Papa Pablo III proclamó una Encíclica (carta enviada a las iglesias) diciendo que los indios eran hombres verdaderos y tenían alma y que podían disponer de sí mismos y de sus propiedades.

    LOS DEFENSORES DEL INDIO: Fray Bartolomé de las Casas y Padre Francisco de Vitoria.  
                                                                Primer debate moderno de los derechos humanos.
    • Fray Bartolomé de las Casas. De las Casas viaja a América en 1502 como encomendero, por lo que allí apreció las  injusticias que se cometían con los indígenas y sus propiedades, lo que lo hizo unirse a la orden de los Dominicos. En 1542, en presencia del rey Carlos V, se atrevió a sostener que la conquista  del Nuevo Mundo eran “invasiones violentas de crueles tiranos condenados no sólo por la ley de Dios sino por las leyes humanas”. Consideraba que indios y españoles eran iguales en cuanto que todos eran hombres. El “retraso cultural” en que se encontraba se justificaba por su “falta de educación” y “costumbres bárbaras”. Pero esto no los privaba del derecho de tener sus posesiones. Reclamó que se anularan todas las conquistas realizadas y se restituyeran los territorios a  los aborígenes. Sostenía que si bien el Nuevo Mundo fue concedido por el Papa Alejandro VI a España y Portugal para que transmitieran el Evangelio, eso no les daba derecho a utilizar a los nativos para su provecho y mucho menos tratarlos como inferiores. En 1531, Las Casas sugiere traer de España esclavos para realizar ciertas labores que se estaban encomendando a los nativos. De ahí ha surgido una peculiar "leyenda negra" contra Las Casas, según la cual él sería el principal responsable de la introducción y ampliación de la esclavitud africana en América, aunque la introducción de esclavos africanos precedió por más de una década las primeras sugerencias de Las Casas. 
     Estas discusiones lograron que el gobierno español diera a las nuevas conquistas el carácter de empresa, cuyo objetivo era llevar el amor pacífico y cristiano al prójimo y que en vez de conquista, se hablara de pacificación con el compromiso de tratar humanamente a los aborígenes.
    • Padre Francisco de Vitoria. El Padre Vitoria también cuestionó la conquista y defendió a los indígenas. Negó el dominio temporal del Papa, es decir, el poder de resolver problemas materiales, como la concesión de territorios a la Corona española, pues su verdadero poder era espiritual. Por lo tanto, dijo: “ninguna potestad tiene el Papa sobre los indios ni sobre los demás infieles”. También negó el derecho de conquista  del Emperador, pues las tierras americanas ya estaban habitadas y por eso no se las podía considerar “cosas de nadie”. Los príncipes paganos eran tan legítimos como los monarcas cristianos, pues su poder derivaba del derecho natural ante el cual todos los hombres son iguales. Para él, las guerras no se debían hacer para el exterminio de los pueblos sino para la defensa del derecho y el establecimiento de la paz.

    Material sacado de: Abadie, S; et al; Historia 2ºc.b. Europa, América y Uruguay entre los siglos XVI y XIX. Ed Monteverde.